Gabriel es un chico que vive frente a una marisma, cuando acaba el verano no le es posible incorporarse al instituto porque está enfermo. Pasará mucho tiempo encerrado en su habitación y desde ella una noche verá la llegada de unos coches y unos hechos sospechosos. El padre de Gabriel es juez. Una mañana durante el desayuno explica a sus hijos que un hombre ha sido asesinado en la marisma y que se acusa de ese asesinato a Solapo, un vagabundo conocido en la localidad. Gabriel con la ayuda de su hermana África intentarán resolver el caso y demostrar quiénes han sido los culpables de es muerte misteriosa.
Es un libro bastante breve, con una buena intriga que resolver. Las acciones son rápidas y la resolución del caso es muy coherente a la vez que te mantiene atento hasta el final. Es fácil deducir a medida que vamos leyendo que nada es lo que parece, que no debemos prejuzgar por las apariencias y que el sentido de la justicia bien entendido no es potestad únicamente de los adultos. Es una lectura muy recomendable para alumnos de 1º y 2º de ESO
Marisa Gil, professora
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